300 años de viticultura, pasión por la excelencia y avance continuo
Manuela Galbis fue una figura importante en la producción de vino en Pago Casa Gran. A los 18 años, tras el fallecimiento de su padre, se convirtió en propietaria y gestora de la finca.
Durante la década de 1960, el panorama vitivinícola en España estaba en una fase de transición. Muchas bodegas aún operaban con equipos obsoletos, especialmente en el sector cooperativista que dominaba el mercado. En la región del Levante, la viticultura se caracterizaba por un enfoque en variedades de uva locales adaptadas a las condiciones áridas y calurosas de la región.
Fue en esta década que Manuela, con ayuda externa, estableció una bodega que suministraba vino a granel de Casa Gran a los vecinos y al mercado local; además, comenzó a embotellar sus productos.
En 2006 nace Pago Casa Gran tal y como la conocemos ahora, gracias a la visión de Carlos Laso, hijo de Manuela y fundador de la bodega
Pago Casa Gran está diseñada para que todas las manipulaciones del proceso vinícola se realicen utilizando únicamente la gravedad. Carlos construyó una instalación completamente innovadora, para operar con el uso de un puente grúa y «ovis», abordando y resolviendo puntos críticos de calidad en la producción del vino.
Mientras que el 90% de las bodegas emplean bombas para la entrada de uvas, el llenado de las prensas y los remontados, esta bodega se distingue por ejecutar estos procesos mediante la gravedad evitando así el prensado adicional que las bombas ejercen sobre las uvas. Los «ovis», que son depósitos redondos con forma de OVNI, juegan un papel fundamental en esta técnica de manipulación por gravedad. Gracias a su diseño y función, facilitan un manejo delicado y eficiente del mosto, las pepitas y las pieles.